La vida en una casa de labranza
Dicen de los campesinos que son los jardineros de la naturaleza. Y tal vez sea cierto, ya que son los primeros en cuidar del entorno, de los campos de cultivo, de los caminos… Pero en las casas de labranza cuando se ve más actividad es a la llegada del buen tiempo, con la recolección de la hierba y los forrajes que consumirán los animales estabulados durante el invierno y con las faenas en el huerto, entre otras, donde las verduras alineadas constituyen un deleite, primero para la vista y después para el paladar.
Además de estas actividades propias del verano, en Casa Vilanova podéis participar de la vida del campo durante todo el año. Siempre habrá que dar comida a los conejos y a las gallinas, a las vacas de la explotación lechera, cuya leche irá destinada, prácticamente en su totalidad, a la producción de queso. En este sentido, os recomendamos una visita a Tros de Sort, una quesería artesanal a la que va a parar la leche que veréis ordeñar.